Katherine Dey es una enfermera de 30 años de Nueva York. Tiene un talento muy interesante que ha convertido en un pasatiempo muy creativo.
Hace pasteles totalmente comestibles que toman formas muy únicas, como este “cerebro” con el tronco cerebral.
Dey empezó a hacer pasteles hace algunos años, siendo el primero un tocón de árbol cubierto de hongos. Desde entonces, ha progresado a otras áreas.
Ha hecho de todo, desde pasteles que parecen órganos humanos…
…hasta esta lamprea que parece de verdad.
Dey le dijo que la inspiración para hacer pasteles viene de muchos lugares:
Me inspiro de muchas cosas. Amo ese sentimiento extraño cuando algo parece de verdad pero no lo es.
O cuando un pastel no se ve muy rico pero es un pastel y sabe delicioso. Me gusta hacer sentir a la gente dos sentimientos contrarios a la vez. Los temas que elijo son cosas que me han interesado siempre, ya sea la anatomía, hongos, o retratos. Me encantan los retratos.
Hacer el retrato de alguien me ayuda a realmente observarlos. Me encantan los detalles.
Ella dijo que cuando se trata de hacer sus creaciones, invierte mucho tiempo y esfuerzo en el diseño para asegurarse que los pasteles no se caigan.
Dey dice que las respuestas a sus pasteles son variadas. “La reacción suele ser fuerte,” dijo. “Algunas personas se emocionan, mientras que otras se asquean un poco.”
“Me gusta hacer que las personas sientan dos cosas contradictorias a la vez,” agregó.
También dijo que sin importar cuánto les desagraden los pasteles a las personas, aún así disfrutan de su trabajo. “Tengo que decir que no importa cuán desagradable sean para las personas, al final nadie se ha negado a probar el pastel,” dijo.
Dey ahora está haciendo un tutorial en video para que pueda compartir el proceso de su arte con el mundo.
Sin importar que sean amados u odiados, estos pasteles de seguro generarán alguna reacción.
Para ver más del trabajo de Dey, ve su página de diseño y su Facebook.
Hace pasteles totalmente comestibles que toman formas muy únicas, como este “cerebro” con el tronco cerebral.
Dey empezó a hacer pasteles hace algunos años, siendo el primero un tocón de árbol cubierto de hongos. Desde entonces, ha progresado a otras áreas.
Ha hecho de todo, desde pasteles que parecen órganos humanos…
…hasta esta lamprea que parece de verdad.
Dey le dijo que la inspiración para hacer pasteles viene de muchos lugares:
Me inspiro de muchas cosas. Amo ese sentimiento extraño cuando algo parece de verdad pero no lo es.
O cuando un pastel no se ve muy rico pero es un pastel y sabe delicioso. Me gusta hacer sentir a la gente dos sentimientos contrarios a la vez. Los temas que elijo son cosas que me han interesado siempre, ya sea la anatomía, hongos, o retratos. Me encantan los retratos.
Hacer el retrato de alguien me ayuda a realmente observarlos. Me encantan los detalles.
Ella dijo que cuando se trata de hacer sus creaciones, invierte mucho tiempo y esfuerzo en el diseño para asegurarse que los pasteles no se caigan.
Dey dice que las respuestas a sus pasteles son variadas. “La reacción suele ser fuerte,” dijo. “Algunas personas se emocionan, mientras que otras se asquean un poco.”
“Me gusta hacer que las personas sientan dos cosas contradictorias a la vez,” agregó.
También dijo que sin importar cuánto les desagraden los pasteles a las personas, aún así disfrutan de su trabajo. “Tengo que decir que no importa cuán desagradable sean para las personas, al final nadie se ha negado a probar el pastel,” dijo.
Dey ahora está haciendo un tutorial en video para que pueda compartir el proceso de su arte con el mundo.
Sin importar que sean amados u odiados, estos pasteles de seguro generarán alguna reacción.
Para ver más del trabajo de Dey, ve su página de diseño y su Facebook.
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