En tus veintes: la anticoncepción es una preocupación importante. Él usa condón *y* ella toma la píldora. El esperma es el enemigo.
En tus treintas: eres parte de la generación de los que se retiran.
En tus veintes: tienes complejos sobre tu cuerpo.
En tus treintas: las cosas están en realidad un poco más flácidas y panzonas de lo que alguna vez fueron, pero eso no te causa problemas.
En tus veintes: te preguntas sobre el sexo anal. ¿Quieres intentarlo? ¿O no? ¿Qué pasa con un dedo allí?
En tus treintas: tu política sobre el sexo anal está bloqueada, ya sea que estés a favor o no...